domingo, 18 de mayo de 2008

Aurelio Anccori: “Mártir” de lucha social en Puno

Tal vez nunca podamos saber quien lanzó el proyectil que le cayó en la sien izquierda, quizá su conviviente haya quedado desilusionada por que se fue sin darle el honor de subir al altar y tal vez sus hijos Roxana, Javier y Aurelio serán mejores luchadores sociales; pero lo que si es cierto y evidente, es que batalló para sobreponerse a la mortal herida que recibió en la sien izquierda y lo que más significa como ejemplo para la sociedad es que luchó hasta entregar su vida, buscando que el Gobierno hambreador del APRA cambie su política económica para que los pobres no sigan sopesando hambre. Ese hombre es del altiplano y sus padres lo nominaron Pedro Aurelio Accori Yana.

La política económica que viene implantando el actual Gobierno del presidente Alan García Pérez, en los últimos días del mes de abril estuvo impactando con mayor fuerza en los bolsillos de los jefes de hogar y especialmente había generado una inestabilidad en la economía de las familias con escasos recursos económicos de la región.

Los dirigentes regionales de Puno, Arequipa, Tacna, Moquegua, entre otros, al ver que el gobierno “hambreador” de García hacía caso omiso a las diferentes peticiones que los pobladores clamaban, coordinaron protagonizar una asamblea macro regional para el día domingo 4 de mayo en la ciudad blanca.

En la asamblea que ha tenido la asistencia de representantes de diferentes regiones, se acordó acatar una medida de lucha preventiva (paro de 48 horas) para hacer retroceder al nefasto gobierno del actual jefe de Estado y la protesta se programó para llevarse acabo paralela a la cumbre de jefes de estado del ALC – UE, es decir, los 14 y 15 de mayo, conforme fue ejecutado.

Los preparativos para garantizar la medida de lucha, se iniciaron el día 13 de mayo en horas de la noche, cuando los dirigentes más representativos de la ciudad de Ayaviri, entre ellos Pedro Aurelio Anccori Yana, se distribuyeron el cuadro de funciones que deben cumplir durante los días de protesta, rechazando la política económica de Alan García, que promueve y permite el incremento desmedido de los precios de primera necesidad.

Unas horas después, a las 2:00 a.m. del día miércoles 14 de mayo, Pedro Aurelio Anccori Yana, salió de su vivienda ubicada e el jirón Libertad S/N de la urbanización Nueva Panamericana – ubicado un kilómetro de la vía principal que une Cusco y Juliaca – luego de juntarse con varios dirigentes y vecinos, enrumbaron hasta el puente Cjasiri o denominado el “Óvalo” a unos tres kilómetros en las afueras de la ciudad de los “Kancachos”.

Cuando al promediar las 3:00 a.m. del mismo miércoles 14 de mayo bloqueaban la carretera que une las ciudades de Cusco y Juliaca, utilizando piedras que no permitan el tránsito de los vehículos; pasajeros y transportistas que llegaron procedente de la ciudad imperial los atacaron con piedras y otros objetos contundentes para abrirse paso y seguir con su trajín; sucedió lo peor.

“Accori Yana”: en la oscuridad de la madrugada y cuando las huallatas arribaban a los humedales cercanos, en medio de un fuerte enfrentamiento y lluvia de piedras, fue impactado por un objeto contundente (piedra) lanzado por personas que hasta el momento no fueron identificadas y además que no se conoce si fue del bando de los transportistas y pasajeros o es que fue un proyectil perdido que fue arrojado por los propios luchadores sociales.

Los bríos de los primeros rayos del sol, permitieron avizorar que el cuerpo de Aurelio Anccori Yana, yacía herido en el suelo, sin poder proseguir con la lucha que desde años atrás emprendió por reivindicar a su pueblo; ésta vez solo podía respirar y regar con sangre su cuerpo para vivir y seguir enfrentando a la pobreza, el hambre que no solo lo atacaba, sino era parte de cada instante de su vida, por que su pueblo estaba sumergido en la extrema pobreza.

Las personas que sabían donde vivía el hombre, al promediar las 5:45 a.m. del mismo día, fueron hasta su vivienda para dar parte a la familia. En casa solo estaba esperando la madre de sus tres hijos doña Justina Mamani Palomino de 37 años acompañada de sus dos hijos; Roxana y Javier, los mayores que aún no comprenden por que sucedió el hecho.

Cuando su conviviente Justina, llegó hasta el puente Cjasiri, solo se encontró cuando entre la hijilla o aguayo cargaban al hombre que cuidó de ella los últimos 18 años y sin creerlo pidió ayuda a unos policías para que lo trasladen hasta el hospital “San Juan de Dios” de Ayaviri, hasta donde llegó tras superar una serie de obstáculos.

Al hospital de la tierra de las “huallatas” llegó cuando convulsionaba constantemente producto del daño que le habían ocasionado en el cerebro y los médicos tras una rápida evaluación solo atinaron a efectuar la referencia del médico hacia el hospital de Juliaca, a donde partió al promediar las 9:30 a.m.

En la carretera que une las ciudades de Ayaviri y Juliaca, la enfermera a quien junto a la conviviente de Aurelio Anccori, hizo malabares y una serie de esfuerzos para seguir el rumbo y llegar con destino a la ciudad de Juliaca, donde los médicos ya lo estaban esperando para pretender salvarle la vida a pesar de la complicada situación que tenía.

Llegaban a Juliaca, cuando uno de los neumáticos de la ambulancia que los trasladaba se malogró y durante buen tiempo tuvieron que esperar hasta que personas benevolentes le dieron solución para que siga rumbo al hospital de Juliaca, a pesar de grandes obstáculos que los esperaba en el óvalo de la salida al Cusco y el óvalo de Pedro Vilcapaza.

Ya en el hospital, los médicos solo atinaron a atenderlo con desesperación; pero los hechos ya estaban casi consumados. “El golpe fue letal para este señor, tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir, esperamos un milagro y se recupere”, señalaba el médico Carlos Barrientos Quiñónez, cuando lo atendía en Emergencia.

Durante varias horas su conviviente Justina Mamani, vivió instantes de desesperación, hasta que a las 3:20 a.m. de ayer, el médico de turno le informó sobre el deceso de Pedro Aurelio Anccori Yana; terminando en un mar de llanto. Las fuerzas de Aurelio, no pudieron más con su trajín de lucha.

Pasado unos minutos, Anccori yacía en la morgue del hospital y finalmente al promediar las 10:30 a.m., el fiscal ordenó que el cadáver sea trasladado hasta la morgue central del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público.

Mientras los médicos legistas arremetían contra su humanidad con un filudo bisturí en la morgue de la Fiscalía, dirigentes populares acompañados de gran cantidad de personas clamaban su nombre hacia los cielos, declarándolo “MARTIR” de la lucha social. Horas más tarde fue trasladado hasta Ayaviri, donde será conducido hasta su última morada.

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