miércoles, 14 de mayo de 2008

Crisis general del capitalismo

Es la decadencia mundial del capitalismo en su fase imperialista que abarca todos los aspectos de su vida económica, política e ideológica y se manifiesta en los fenómenos fascistas, militaristas, racistas, así como en el parasitismo y la descomposición.
El imperialismo no sólo es la etapa superior del capitalismo, sino la última, y por ello se manifiesta en ese momento toda la podredumbre que el capitalismo arrastra en su lenta agonía. El capitalismo monopolista de Estado agudiza sus contradicciones internas, al tiempo que se intensifica la inestabilidad interna de todo el sistema, se refuerza la reacción política y la economía ofrece los síntomas de una profunda descomposición. Si la democracia burguesa había sido la forma política de gobierno de la etapa anterior, premonopolista, el imperialismo establece el fascismo como régimen característico, con todas sus secuelas políticas: xenofobia, militarismo y liquidación progresiva o brutal de las libertades básicas. El fenómeno se aprecia también en la honda crisis de la ideología burguesa, que desata toda una plétora de corrientes irracionalistas y místicas que tratan de penetrar profundamente en el pensamiento filosófico y en la cultura.

A diferencia de las crisis económicas de superproducción, que son periódicas y que el capitalismo supera mediante sus propias fuerzas internas, sin desbordar el marco de la sociedad burguesa, la crisis general del capitalismo proseguirá ininterrumpidamente hasta que el sistema capitalista se liquide en todo el mundo como resultado de la revolución socialista. La crisis general del capitalismo abarca, pues, un largo período histórico que comenzó con la Revolución de Octubre y la I Guerra Mundial.

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