miércoles, 2 de abril de 2008

Científicos estadounidenses hallan en Puno la joya más antigua de América

Los Andes 01 de abril 2008

La comunidad aymara de Jachacachi, ubicada a 54 kilómetros al sureste de Puno, adyacente al río Ilave, se ha convertido en el centro de la noticia arqueológica mundial; sendos titulares de importantes de medios de comunicación dieron cuenta que en este lugar fue hallada la joya de oro más antigua de América.
Se trata de objetos ornamentales, entre ellos un collar que data de hace 4.000 años, todos pertenecientes al sitio arqueológico Jiskairumoko, ubicada en la cuenca tributante del Lago Titicaca, parte provincia de El Collao. La información fue divulgada hoy martes por la revista especializada 'Proceedings of the National Academy of Sciences', de Estados Unidos, en este medio, se informa que el científico Mark Aldenderfer de la Universidad de Arizona, lideró las investigaciones desde el año 1995 y demoró hasta estos días para presentar las joyas de inmenso valor histórico. Profesionales especializados en la materia señalan que el importante hallazgo va a obligar a los historiadores a redibujar el escenario en el que empezó a usarse el oro en joyería en América. "No existe evidencia en el lugar que muestre cómo fue hecho el collar", dijo Mark Aldenderfer, pero "parece que una pepita de oro bruto del área fue aplanada en un mortero de piedra". "Seguidamente, el oro fue al parecer colocado alrededor de un pedazo de madera y golpeado hasta doblarlo en forma de tubo", añadió un sorprendido antropólogo Aldenderfer. La nota publicada en diversos medios del mundo, señala que los descubridores rearmaron el collar, alternando nueve pequeños tubos de oro con una serie de piedras redondas con hoyos que fueron descubiertas en la misma tumba. El artefacto de oro fue encontrado junto a una mandíbula humana en un enterramiento del yacimiento de Jiskairumoko. Según los autores, «la localización de las cuentas en relación con un cráneo y su distribución sugieren la existencia de un collar alrededor del cuello de un adulto». La revista detalla que el sitio corresponde a un campamento estacional de un grupo humano nómada que, hace cuatro milenios, vivía de los animales que cazaba y los frutos que recogía. La transición de esa vida nómada a la sedentaria comenzó en 3400 antes de Cristo (aC) y acabó hacia 2000 aC. Según los descubridores los artefactos de oro son habituales en culturas en las cuales ya existen una compleja economía y una élite que hereda privilegios; el trabajo del oro es algo superfluo, un lujo al que no dedican recursos las sociedades en estadios primitivos de desarrollo. Precisamente por ello llama la atención el hallazgo en una comunidad pobre de Ilave; las explicaciones sobre el caso aun están pendientes. Hasta ahora, las piezas de oro más antiguas de América se fechaban hacia 1400 aC, en los yacimientos de Mina Perdida y Waywaka, también en los Andes peruanos. Pequeña colina con manojo de hierba Según la pagina www.mundoandino.com, el nombre de Jiskairumoko corresponde a una combinación de tres palabras aymaras, jiska que significa pequeño, iru refiriéndose a un tipo de manojo de hierba, y moko que significa una pequeña colina. Así, Jiskairumoko significa una pequeña colina con manojo de hierba. El sitio fue registrado oficialmente por Mark Aldenderfer en 1995, durante un estudio cerca al río Ilave. Las primeras excavaciones en el sitio se realizaron en 1995. Jiskairumoko desempeña un papel importante en la comprensión de la historia precolombina andina del Perú.

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