miércoles, 16 de abril de 2008

Por qué lloró tanto Lima por las propuestas de Puno

¿Por qué el gobierno alanista -representante de la gran burguesía peruana y lacayo de EEUU- y sus perritos ladradores de la región se han ensañado tanto con Hernán Fuentes luego de que éste propusiera mayores estados de autonomía para las regiones?

Porque su propuesta afecta directamente los intereses del centralismo que chupan, explotan y desangran al interior del país y sus recursos naturales como les da la gana. Pero más que eso se debió al instinto de conservación, ya no sólo en cuanto gobierno sino en cuanto sistema.

Lo cual explica que casi todos los políticos del país -incluyendo Ollanta Humala, el opositor light de Alan- hayan cerrado filas para rechazar una real autonomía de las provincias y fundamentalmente para NO escuchar y tolerar nuevas propuestas políticas que podrían aperturar de inmediato una formidable protesta social en toda su formidable plenitud.
Estamos convencidos que más pronto que tarde la liberación del Perú, con o sin autonomías, es inexorable.

El criollismo hace tiempo que perdió la batalla de las ideas y ya casi está impotente para la contención física, o sea represiva, del país hirviente, por más que inaugure más prisiones que universidades, o que dicte leyes draconianas que amenacen con encarcelar a medio país, empezando por los presidentes regionales identificados con sus pueblos, particularmente Hernán Fuentes que en el fondo está abriendo la trocha de un País Federal.

Era previsible que los congresistas “nacionalistas” incluso se hayan pronunciado en su contra porque alguna vez Fuentes les recordó que le “deben el cargo al Andahuaylazo”.
Toda aquella reacción de la Derecha peruana y sus acólitos indica que en términos históricos estamos en estupenda posición, los verdaderos hombres que buscamos el cambio.

Con o sin autonomía de provincias, la liberación del Perú es inevitable, y entonces un Gobierno Popular estará a la vuelta de la esquina.

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