sábado, 26 de abril de 2008

El estúpido neo-civilismo criollo demanda eliminar la Libreta Militar

…SÓLO FALTA LA PRIVATIZACION DE LAS FFAA

En la misma coyuntura en que Chile se rearma y alínea al Ecuador respecto a la tesis del “paralelo marítimo”, el neo-civilista criollo Antero Flórez Aráoz -omiso al SM- aparte de sostener que “la guerra se gana sin armas” viene estimulando la campaña oenegista de “suprimir la Libreta Militar”… ¡y este imbécil es “nuestro” Ministro de Defensa!

El militarismo y el civilismo, ajenos al país profundo, marcaron la pauta política del criollismo republicano del s. XIX. El primero se caracterizó por su “anticivilismo” y el segundo por su “antimilitarismo”, labrando ambos la debacle de 1879 ante un invasor que nos amputó un par de provincias, más por desaciertos nuestros que por aciertos de ellos.

Los chilenos creen que con nuestros gobernantes
arrosquetados, esta vez la tendrán fácil.


Solamente cuando el militarismo se ha impregnado de etnicismo cobrizo, como con Santa Cruz (Confederación peruano-boliviana), Cáceres, (resistencia campesina en La Breña) y Velasco (“pueblo y FFAA”), es que se han logrado los más grandes avances populares, tales como las aboliciones de la esclavitud y del tributo, la reforma agraria, la comunidad industrial, el voto a los analfabetos, etc… Huelga referir que hasta ahora ningún gobierno civil (desde Balta hasta García) se ha identificado con la etnicidad ancestral y originaria cobriza, siendo –por ende- de esencia antipopular en la medida que calcaban y copiaban toda tipología extranjera, ya sea Madrid, Londres o Washington.

En síntesis desarrollando el subdesarrollo, tanto en versión castrense como civil.
Precisamente la más reciente “perla” de este proceso estupidizador lo constituye la “iniciativa”, de parte de una serie de ONG’s de la denominada “sociedad civil” vinculadas en la “Alianza por el Derecho Ciudadano”, consistente en ANULAR LA LIBRETA MILITAR (LM), dizque por ser un documento “…totalmente innecesario…”. Más aún, el ex “defensor del pueblo” (institución que más apropiadamente debería llamarse “Alcahuetería del Estado”), Wálter Albán –al cual el pueblo jamás eligió- también se despachó en su civilismo apátrida: “La supresión de la Libreta Militar evitará `molestias innecesarias´ al ciudadano, y asimismo contribuirá (la supresión de la LM) al respeto del derecho fundamental de la persona como es la identidad...”.

¿Pero, acaso la LM “jode” la identidad del ciudadano? ¿Y en todo caso, de qué manera lo “jode”?, preguntas que debiera contestar el ilustrado ex defensor del pueblo peruano. Lo cierto es que ya demasiados oenegistas hablan porque tienen boca y les ponen un micrófono al frente. Además tienen que justificar sus salarios.

La Libreta Militar es un documento en el cual se registran los datos indispensables de la población en edad militar, tales como la “clase” (o sea el contingente generacional) indispensable para completar los efectivos de tropa en caso de conflagración o emergencia nacional. Asimismo (particularmente para los licenciados del Servicio Militar) el “OME” u ocupación afín a la milicia: morterista, fusilero, enfermero, mensajero, trasmisionista (radio-escucha), jinete, furriel, artillero, tirador de ametralladora, etc, etc y etc. Por último, también registra el lugar de concentración (“OR” u oficina de reclutamiento) al que debe acudirse en caso de desatada la emergencia en la Defensa Nacional. Es decir, la LM resulta ser el documento base de todo el sistema de reservas y movilización que todo Estado que se estime “nacional” (y no colonial) requiere. ¿Acaso el DNI proporciona esos datos?

Es claro que desde que se instauró la globocolonialidad en su vertiente neo-liberal, uno de sus primeros efectos sobre el mundo “de color” subdesarrollado fue el colapso de la soberanía en las respectivas republiquetas o “corrales traseros”, lo que a su vez implicó la reducción o extinción de los aparatos armados y con ello la crisis del Servicio Militar Obligatorio, suplantándolo por el del Servicio Militar Voluntario, que -en el caso peruano- dado el descrédito y colapso moral arrastrado por el vladigeneralato ha terminado por espantar a la juventud de la “tontería y pérdida de tiempo” de servir en los “corruptos cuarteles”… derivándose luego la “inutilidad” de la LM.

Además, desde un punto de vista “represor alanista” más ad hoc para el crecimiento del libre saqueo neoliberal sería la “Libreta Policial”, dado que urge encarcelar vándalos resentidos que bloquean carreteras y queman llantas, atentando contra el “crecimiento” transnacional de la economía del corral.

No debe extrañar, pues, que los cuarteles sigan vacíos, que el desfile del 28 de Julio sea ya más policial que militar y que las nuevas “epopeyas” que reemplacen a las de Arica, Huamachuco o Tarapacá, sean las del desalojo del mercado Santa Anita (que –ahora- hasta tiene su “himno” y “condecoración”), el desbloqueo de la carretera “Los Libertadores” en donde los resentidos ayacuchanos no cesan de quemar llantas, o el arresto de una que otra banda de retacos o destructores. Ergo la timocracia policiaca que el globoneoliberalismo requiere en esta republiqueta criolla, felizmente en vías de extinción.

Mientras tanto, que los chilenos se sigan rearmando unilateralmente, que “nuestros” cancilleres traidores sigan lloriqueando en La Haya y que los almirantillos criollos continúen venerando al chileno Pratts en la Escuela Naval La Punta. Así, pues, de veras que la LM es una cojudez. Más aún con ministro como Flórez Aráoz hipotecado al interés extranjero.

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